CIUDAD DE PUEBLA, Pue.– “Pensé que esto era para venir a sentarse. Pero no, aquí venimos a vivir”. Así resume Blanca Moreno su experiencia en la Casa del Abue, un centro impulsado por el Gobierno del Estado que está cambiando la forma en que se vive la vejez en Puebla.
Más que una estancia, es un refugio lleno de movimiento, sonrisas, baile y comunidad. Desde terapias médicas hasta clases de canto, natación, computación o carpintería, el lugar ofrece a los adultos mayores herramientas para reconectar con su bienestar, propósito y alegría.
Marisol, Armando y Blanca son solo algunos de los cientos de usuarios que han transformado sus días gracias a este espacio. “Recuperé mi cuerpo y mi ánimo”, afirma Armando, quien ahora entrena a otros en cachibol.
Este modelo de atención integral, respaldado por el gobernador Alejandro Armenta, demuestra que en Puebla, envejecer puede ser también comenzar de nuevo. La Casa del Abue es comunidad, salud, y sobre todo, dignidad.
